Salmos Chapter 119 - La Santa Biblia Reina-Valera (1960)

1
Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová.
2
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan;
3
Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos.
4
Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.
5
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos!
6
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
7
Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.
8
Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente.
9
¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
10
Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos.
11
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
12
Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos.
13
Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca.
14
Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza.
15
En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.
16
Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras.
17
Haz bien a tu siervo; que viva, Y guarde tu palabra.
18
Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.
19
Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos.
20
Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo.
21
Reprendiste a los soberbios, los malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
22
Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, Porque tus testimonios he guardado.
23
Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
24
Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros.
25
Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.
26
Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos.
27
Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas.
28
Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra.
29
Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.
30
Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
31
Me he apegado a tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.
32
Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanches mi corazón.
33
Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin.
34
Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón.
35
Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad.
36
Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.
37
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.
38
Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme.
39
Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios.
40
He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia.
41
Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salvación, conforme a tu dicho.
42
Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado.
43
No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero.
44
Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente.
45
Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos.
46
Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré;
47
Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado.
48
Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos.
49
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.
50
Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.
51
Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley.
52
Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé.
53
Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos Que dejan tu ley.
54
Cánticos fueron para mí tus estatutos En la casa en donde fui extranjero.
55
Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.
56
Estas bendiciones tuve Porque guardé tus mandamientos.
57
Mi porción es Jehová; He dicho que guardaré tus palabras.
58
Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra.
59
Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios.
60
Me apresuré y no me retardé En guardar tus mandamientos.
61
Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado de tu ley.
62
A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.
63
Compañero soy yo de todos los que te temen Y guardan tus mandamientos.
64
De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; Enséñame tus estatutos.
65
Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra.
66
Enséñame buen sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído.
67
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68
Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.
69
Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70
Se engrosó el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he regocijado.
71
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
72
Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata.
73
Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74
Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado.
75
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
76
Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo.
77
Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia.
78
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; Pero yo meditaré en tus mandamientos.
79
Vuélvanse a mí los que te temen Y conocen tus testimonios.
80
Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado.
81
Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra.
82
Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83
Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos.
84
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85
Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no proceden según tu ley.
86
Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame.
87
Casi me han echado por tierra, Pero no he dejado tus mandamientos.
88
Vivifícame conforme a tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca.
89
Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos.
90
De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste.
91
Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, Pues todas ellas te sirven.
92
Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido.
93
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado.
94
Tuyo soy yo, sálvame, Porque he buscado tus mandamientos.
95
Los impíos me han aguardado para destruirme; Mas yo consideraré tus testimonios.
96
A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento.
97
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo.
99
Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación.
100
Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;
101
De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.
102
No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste.
103
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
104
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
105
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
106
Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios.
107
Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
108
Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y me enseñes tus juicios.
109
Mi vida está de continuo en peligro, Mas no me he olvidado de tu ley.
110
Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón.
112
Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos De continuo, hasta el fin.
113
Aborrezco a los hombres hipócritas; Mas amo tu ley.
114
Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado.
115
Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116
Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
117
Sosténme, y seré salvo, Y me regocijaré siempre en tus estatutos.
118
Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, Porque su astucia es falsedad.
119
Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; Por tanto, yo he amado tus testimonios.
120
Mi carne se ha estremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo.
121
Juicio y justicia he hecho; No me abandones a mis opresores.
122
Afianza a tu siervo para bien; No permitas que los soberbios me opriman.
123
Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.
124
Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos.
125
Tu siervo soy yo, dame entendimiento Para conocer tus testimonios.
126
Tiempo es de actuar, oh Jehová, Porque han invalidado tu ley.
127
Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
128
Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, Y aborrecí todo camino de mentira.
129
Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma.
130
La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
131
Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos.
132
Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre.
133
Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134
Líbrame de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos.
135
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos.
136
Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.
137
Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
138
Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
139
Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140
Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo.
141
Pequeño soy yo, y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142
Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.
143
Aflicción y angustia se han apoderado de mí, Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
144
Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.
145
Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos.
146
A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios.
147
Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.
148
Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos.
149
Oye mi voz conforme a tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
150
Se acercaron a la maldad los que me persiguen; Se alejaron de tu ley.
151
Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad.
152
Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, Que para siempre los has establecido.
153
Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado.
154
Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra.
155
Lejos está de los impíos la salvación, Porque no buscan tus estatutos.
156
Muchas son tus misericordias, oh Jehová; Vivifícame conforme a tus juicios.
157
Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado.
158
Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, Porque no guardaban tus palabras.
159
Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; Vivifícame conforme a tu misericordia.
160
La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.
161
Príncipes me han perseguido sin causa, Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162
Me regocijo en tu palabra Como el que halla muchos despojos.
163
La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo.
164
Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios.
165
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.
166
Tu salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra.
167
Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera.
168
He guardado tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti.
169
Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; Dame entendimiento conforme a tu palabra.
170
LLegue mi oración delante de ti; Líbrame conforme a tu dicho.
171
Mis labios rebosarán alabanza Cuando me enseñes tus estatutos.
172
Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia.
173
Esté tu mano pronta para socorrerme, Porque tus mandamientos he escogido.
174
He deseado tu salvación, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia.
175
Viva mi alma y te alabe, Y tus juicios me ayuden.
176
Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.